martes, 28 de agosto de 2012

EL "ECCE HOMO" DE TAUSTE



No, no se me asusten por el título de este post. Lo que ocurre es que, estos días, con todos los dimes y diretes en relación con el famoso “Ecce Homo” de Borja, no paro de acordarme de lo que hicieron con nuestra Casa de la Cámara, sin que nadie dijéramos (me incluyo) ni “chis”.

Por recapitular un poco y para situarnos, explicaré que la Casa de la Cámara de Tauste es un edificio que tiene su origen en el segundo tercio del siglo XVI o principios del XVII. Está construido mediante fábrica de ladrillo asentado con pasta de yeso y pertenece a la arquitectura civil del mudéjar aragonés en época barroca (que ya vale de decir sobre el mismo que es de estilo “renacentista aragonés”, las cosas como son).


La configuración de la fachada principal presenta los rasgos característicos del mudéjar civil aragonés de época barroca (que no del renacimiento, insisto). Estaba hecha a base de ladrillo agramilado colocado a tizón, técnica muy habitual en el barroco aragonés, que consistía en enrasar el paramento con la misma pasta de yeso, sin llegar a ocultar los ladrillos, para después marcar en tierno los contornos de éstos, principalmente las llagas o juntas verticales. El resultado confería unos efectos especiales de luces y sombras al recibir los rayos solares, pero en las obras de restauración decidieron aplicar en toda la superficie una capa de enfoscado de mortero sobre la que se reprodujo toscamente una imitación de ese efecto pero que desmejora notablemente el resultado.

Vean el antes:



Todavía pueden ver este efecto en la Ermita de la Virgen del Pilar (por si acaso, no me le vayan a hacer lo mismo). Dénse un paseo y véanla.

Y el después:


Pero, no solamente eso. El edifico parece tener inteligencia propia y ya se está desprendiendo de lo que le sobra. Vean esto:


Y, por si cabe alguna duda, esto:


Aprecien la diferencia de luz, color, textura... La alegría de antes y la tristeza de ahora. La artesanía y el buen hacer del antes y el zaborrerío del después. No es para decir que le hayan dejado cara de pena, pero lo que es indiscutible es que le han dejado una pena de cara.

No me digan que no les recuerda al Ecce Homo de Borja, que aquí también hablamos de patrimonio histórico-artístico (incluso de mucho más valor, cada cosa en lo suyo) y que a la pobrecica fachada nos la han dejado hecha un "Ecce Homo" sin que antes lo fuera.

Con todo, he de decir que ese defecto de ejecución algún día podrá ser subsanable (ya digo que el edificio está haciendo de las suyas por su cuenta). Lo fundamental es que, gracias al Ayuntamiento, estructuralmente está salvada. Para Tauste, ha sido algo muy importante la salvación de esta casona, pues es uno de los pocos edificios que nos quedan como señas de identidad de nuestro pueblo, y, desde luego, el mayor exponente de la arquitectura civil taustana, pues circunstancias e intereses -que no procede explicar ahora- hicieron que la piqueta se cargara casi todo el patrimonio arquitectónico civil de Tauste durante la segunda mitad del siglo XX.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿ y la Aljafería ?
Es mejor la restauracion del Ecce Homo de Borja que la de nuestra disneylandia institucional