sábado, 8 de mayo de 2010

¿A QUÉ DISTANCIA SE ENCUENTRA EL HORIZONTE?

Esta vez vamos a descansar un poco de arquitectura zagrí y vamos a dedicar nuestra atención a un asunto que, aparentemente, no tiene nada que ver con ello ni con el objetivo principal de este blog.

Digo “aparentemente”, porque, en realidad, esto que expongo a continuación tiene bastante que ver con el artículo en el que desarrollaba el asunto de la orientación de las mezquitas, en el que quedaba manifiesta la dificultad añadida que suponía la curvatura de la superficie terrestre.

Todos sabemos que la línea de horizonte es aquélla en la que parecen juntarse el cielo y la tierra, o el mar y la tierra, si lo que estamos viendo es el mar. ¿Quién, estando a la orilla del mar, no se ha preguntado alguna vez a qué distancia se encontrará aquél barco que acaba de aparecer por el horizonte, o, simplemente, hasta dónde alcanza su vista en esos momentos?.

Naturalmente, el alcance de nuestra visual hasta el horizonte va a depender de la altura a la que nos encontremos, así como de los accidentes geográficos que se nos ofrezcan ante nuestra vista. Otro problema añadido es la circunstancia de que la superficie terrestre no es una esfera perfecta, ya que se encuentra achatada en los polos.


Pero aquí, para dar idea de nuestras proporciones humanas con respecto al planeta en el que habitamos, vamos a simplificar el problema y lo vamos a idealizar de la siguiente manera: vamos a suponer que la tierra es una esfera perfecta, con un diámetro de 12.742 Km (radio= 6.371 Km), y que su superficie no presenta accidentes, que es el caso más asimilable a toda la superficie marina.

Imaginémonos sentados en la playa, frente al mar, con nuestra vista a un metro de altura respecto al agua. El horizonte que divisamos se encuentra a tan sólo 3,57 Km. Si nos ponemos de pie y nuestra vista alcanza los dos metros de altura (siempre respecto al mar), nuestra visión se amplía, pero no proporcionalmente a la mayor altura conseguida, pues sólo vemos hasta 5,05 Km (tan sólo 1,48 Km más). Si subimos a una primera planta (3 m de altura), divisamos hasta 6,18 Km. A 9 metros de altura, ya divisamos hasta 10.71 Km y, así, va aumentando sucesivamente, pero la proporcionalidad de este aumento siempre es muy inferior a la altura que vamos ganando. Desde un 30º piso (100 metros de altura), con unos buenos prismáticos, sólo alcanzaremos a ver nuestro horizonte a 35,70 Km de distancia. A 2.000 metros de altura (supongamos que desde el Moncayo se divisara el mar), el horizonte estaría a 159,65 Km. Desde un 8.000, divisaríamos 319,37 Km. Si volamos en un avión a una altura de 10.000 metros, el horizonte que vemos por la ventanilla se encuentra a 357,10 Km. Vemos, por tanto que, de ninguna manera es proporcional la altura a la que nos podemos encontrar con la distancia a la que vemos el horizonte.

Llevando el caso al extremo, desde un satélite que, en órbita media terrestre, se encontrara a 1000 Km de altitud, divisaríamos el horizonte terrestre a 3.707,02 Km, y, a 2.000 Km, 5.429,92 Km.

Acompaño una tabla detallada de ello, para aquéllos a quienes les mueva esta curiosidad.