martes, 31 de julio de 2012

CONSOLIDACIÓN DE LA BASE DE LA TORRE

Por fin, después de transcurridos casi ocho años desde los aparatosos derrumbes ocurridos en el frente de la ladera donde se asienta la torre, han finalizado las obras de consolidación de ese talud. Nuestra torre zagrí ya no corre peligro.
Dado el gran desnivel existente en el terreno, la estabilización de ese frente mediante un muro de contención habría resultado una obra muy costosa para obtener como resultado solamente eso: una mera contención. Sin embargo, la construcción de un muro amparado por la estructura de un edificio daba como resultado un importante ahorro económico del mismo. El muro en sí es mucho más sencillo, ya que tiene una “caja” delante que lo sujeta y con ese menor coste podía financiarse parte de la construcción de esa “caja” y, aunque al final, la inversión total fuese mayor, el resultado final era algo que pudiera tener algún uso en el futuro y, de la otra manera, no.
Esa fue la filosofía expuesta por los arquitectos autores del proyecto (Javier Pérez e Ignacio Pérez-Aguirre) y con ese criterio fue aprobado por la Corporación Municipal.
Venía hoy la noticia de la finalización de las obras en Heraldo de Aragón, según un artículo de Noeli Barceló, donde se cuenta, además, cual puede ser ese posible uso: Museo del Rosario de Cristal.
Estoy seguro de que la mayoría de los taustanos estamos orgullosos de tener ese Rosario de Cristal , declarado de Interés Turístico por el Gobierno de Aragón. Pues bien, una joya como ésa se guarda en un almacén existente junto a la Iglesia de Santa María que no destaca precisamente por unas buenas condiciones de ninguna clase. Es algo que no se le puede reprochar a nadie, pues demasiado se hace cuando las limitaciones mandan. Creo que todos nos alegraremos si la idea llega a buen puerto y dentro de pocos años nos encontramos con un edificio digno que albergue esta parte importante de nuestro patrimonio en las debidas condiciones. Máxime, todavía, si es visitable y supone un activo más en la oferta turística de nuestro pueblo, como no dudamos de que así será.
La estructura construida es apta para esa finalidad y la volumetría ya no puede ser más adecuada: como coronación, presenta un torreoncillo acabado en forma de pirámide, todo ello acristalado, que bien recuerda a un farol del Rosario. Pero nunca hay felicidad completa. Dice Noeli en el artículo que “no ha gustado mucho a una parte de la población”. Yo también he oído algún comentario al respecto. Parece que se encontraban más a gusto con la imagen que sigue a continuación, que es la que han estado viendo sin pestañear durante todos estos años (sin los churriones de hielo, por supuesto, que eso fue algo puntual).


Ha sido demasiado tiempo para un monumento tan importante como nuestra torre y no hacía falta entender mucho de geología –tan sólo el sentido común- para darse uno cuenta de que aquello corría peligro. Pero era más cómoda la actitud de que “lo haga quien lo tenga que hacer” y “yo no me voy a dar a entender, que no gano nada en esto y, si se cae, no es mi problema”. Sólo unos pocos (entre ellos, destacar una vez más la labor encomiable de la Asociación Cultural “El Patiaz”) arrimaron el hombro para presionar. Incluso –ahora es hora de decirlo, pero no voy a delatarles- los hubo con iniciativas tan llamativas como la de montar mesas “petitorias” al lado de las que se ponen el día de la Virgen, con un cartel en el que figuraba un montaje de la torre cayéndose y pidiendo limosnas para costear las obras. Incluso tenían elaborado el cartel, les aseguro que espantaba al más insensible y no precisamente por estar mal hecho. Agradecimos mucho el arrojo de estas personas, pero estimamos en su momento que había que sujetarlos, que tampoco era cuestión de hacerles semejante afrenta a nuestros próceres. Luego, ya sabemos que nadie agradece nada, pero bueno, uno hace las cosas por convicción y punto. Desde este mismo blog, también hubo sus más y sus menos. Recuerden, si no, este artículo.
A lo que iba, que no se quejaron cuando no se hacía nada, pero ahora que se ha hecho, sí. Naturalmente, todo el mundo es libre de expresar su opinión, pero tienen que reconocer que hay que estar a las duras y a las maduras y que, cuando no se ha actuado honestamente en un sentido, quizá deslegitima para hacerlo en el otro y lo más prudente es callar.
Por supuesto, todo es mejorable, pero, desde mi condición de no haber intervenido en la redacción de este Proyecto, me permito expresar aquí mi opinión. El edificio construido oculta la vista de la torre tan sólo un poco más que el que había anteriormente y que hubo que derribar debido a los importantes daños causados por el derrumbe. Su coronación en línea de fachada apenas excede en unos 60 cm a la del edificio anterior y sus colindantes (por motivos de funcionalidad, claro está) y la segunda planta tiene un retranqueo de casi cuatro metros, por lo que la visual, desde lugares cercanos, apenas resulta perjudicada.
Para los profanos en la materia, añadiré que, si se hubiera construido un edificio de viviendas en lugar de un edificio para uso público (que es lo que pretendían algunos; más especulación al poder), se habría hecho aprovechando la máxima edificabilidad que permite el Plan General de Ordenación Urbana, por lo que la segunda planta no se hubiera retranqueado de la línea de fachada y entonces sí que verdaderamente hubiera supuesto una gran pantalla taponando toda visual de la torre desde entornos próximos. 
 El cuerpo central, a modo de linterna o farol, es el que más levanta, pero, aparte de estar también retranqueado respecto a la línea de fachada, sólo ocupa una pequeña parte frontal de todo el edificio, por lo que, a medida que uno se va trasladando por la calle, puede ir viendo la torre a un lado o al otro de dicho cuerpo. Además, detrás de este elemento, se oculta la caja de escalera y ascensor, por lo que cumple una función estética primordial.
No obstante, pierde importancia la pérdida de visión de un monumento arquitectónico desde las proximidades dentro del casco urbano, pues es algo que resulta inevitable. Algún edificio se ha hecho en los últimos años, ocasionando efectos mucho más perniciosos, incluso contraviniendo el Plan General de Ordenación Urbana (hasta aquí cuento y no me tiren de la lengua) y nadie se ha despeinado al respecto. Lo verdaderamente importante es la silueta del caserío urbano que se ofrece a cualquier viajero y el resultado es éste:


Pero vean lo que puede ser cuando el edificio esté acabado:

Imagínenlo de noche, pasando por la variante de Ejea a Gallur, a la altura del cruce con Sancho Abarca y la ermita de la Virgen del Pilar. Imaginen ese farol iluminado, como una vela encendida, alumbrando la base de la torre –y ésta, por supuesto, también iluminada, que a veces en esto también se me descuida no sé quien, sobre todo en días señalados-, a la que no oculta para nada, con el cambio de ángulo que se va produciendo a medida que uno se desplaza por esa carretera. ¡Y qué casualidad!. Parece un farol, qué mejor icono para el Museo del Rosario de Cristal.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Jaime, gracias por trabajar para que en el pueblo de Tauste, al que desde que te conozco has admirado y trasladado ese orgullo a los que te rodean,pueda entender mejor las ideas pretendidas en este futuro equipamiento taustano. Un abrazo Ignacio Pérez-Aguirre y Javier Pérez Benedicto

Anónimo dijo...

No entenderé nunca al personal que encima de no hacer nada le da por criticar el trabajo de los que si lo hacen.

Me preguntaba qué sería lo que se estaba construyendo ahí, al leer tu escrito mis dudas ya no lo son , me parece una idea buenisima que se utilice como museo del Rosario de Cristal o sencillamente se use para su guarda y custodia garantizando que el paso del tiempo no dañe esas piezas tan valiosas que tenemos y que tanto gusta enseñar el dia 22 de abril por nuestras calles.

Ante comentarios que te provoquen la frase...NO ME TIREIS DE LA LENGUA... ni los escuches,como diria mi madre...para lo que hay que oir, mejor estar sordo, pues eso , como siempre mi apoyo,aunque solo sea moral sabes que lo tienes.

Ana.