Lo he callado hasta ahora por prudencia.
Pretender que lo siga haciendo, ya es pedirme demasiado.
Es sabido que las excavaciones
arqueológicas de la necrópolis islámica en esta avenida van a costar a las arcas municipales la elevada
cantidad de 400.000 €. Me están llegando comentarios sobre mi persona y,
también, sobre la Asociación Cultural “El Patiaz”, atribuyéndonos la causa de
ello por haber descubierto esta maqbara. Duele.
No me corresponde a mí dar explicaciones
de por qué esa cantidad. En todo caso, debería darlas quien dispone de todos
los datos, que es el Ayuntamiento, pero, en vista de lo que hay, me veo
obligado a exponer aquí lo que conozco.
El mayor coste de esta actuación reside
en la gran mano de obra que conlleva. Mucho antes de empezar la obra (solo
sabíamos que se estaba elaborando un proyecto), se ofreció al Ayuntamiento la
posibilidad de crear un campo de trabajo. Con ello, la mano de obra iba a
resultar gratuita: estudiantes de arqueología de diferentes países. Por poner
un ejemplo, así lo hacen todos los años en los Bañales (Uncastillo) y le sacan
un gran provecho, tanto para la cultura en sí como para el desarrollo turístico
de la zona. Aquí, en Tauste, nosotros ofrecíamos nuestra colaboración
desinteresada en todo lo organizativo. Se nos desestimó.
Se advirtió que, si no era así, la
normativa vigente obligaría a llevarla a cabo con mano de obra asalariada y
que, si quería hacerse en el contexto de las obras de urbanización, debería
incluirse una partida presupuestaria de excavaciones arqueológicas. Si no se
hacía así, la empresa adjudicataria no estaría obligada a asumir ese coste y
supondría un imprevisto de importante magnitud. Era fundamental contemplar ya
esa partida desde el inicio, cuando todas las empresas aspirantes a quedarse
con la obra competían entre sí y no cuando solo quedara ya la que resultara
adjudicataria. También se desestimó.
Ahora llegamos a la situación de que
esta empresa, libre ya de competencia, acuerda con el Ayuntamiento la
realización de esos trabajos extras por la cantidad aproximada de 330.000 €,
los cuales, más el 21% de IVA, se ponen en los 400.000 € sabidos.
Sin embargo, las valoraciones que
conocemos sobre esta actuación confluyen en la cifra aproximada de 70.000 €.
Proceden de medios que aspiraron a la obra pero que, finalmente, se quedaron
fuera. Ello coincide con los datos estadísticos que recogimos a lo largo de las
cuatro excavaciones arqueológicas que llevó a cabo El Patiaz, según los cuales,
exhumar una tumba, aplicando los salarios del Convenio de la Construcción, tendría
un coste aproximado de 90 €. En este caso, calculando unas 600 tumbas, resultan
54.000 € de mano de obra. Sumando a esta cantidad los honorarios de arqueólogos
y otros gastos, llegaríamos a los 70.000 €, por lo que todo cuadra en torno a
esta cantidad. Ahora sabemos ya que el número de tumbas reales probablemente no
exceda de 450, lo cual aún da más peso a los argumentos que aquí se están
exponiendo.
No cabe pensar que al contratista que
hace la obra le cueste más dinero. Ellos vienen a llevarse un beneficio,
lógicamente, y se supone que habrán subcontratado a la empresa de arqueología
que les pasara la oferta más baja. Admitiendo que le cuesta esa cantidad, se
llevan como beneficio limpio 330.000-70.000= 260.000 €, solo por el
“imprevisto” de la partida de arqueología. El Ayuntamiento, además, pagará el 21%
de IVA correspondiente, que ascenderá a unos 55.000 € y que van directamente a
la Hacienda Pública. Total, 315.000 € de sobrecoste por encima del valor real.
¿Podría haberse hecho de otra manera?
Quien esto escribe acumula 41 años de profesión de aparejador, haciendo
presupuestos y dirigiendo obras, muchas veces para ayuntamientos (las menos
para el de mi pueblo, quizá afortunadamente), defendiendo el dinero de estos
frente a contratistas -a veces de pocos escrúpulos-, que es para lo que se me
paga, además de procurar la buena ejecución dentro de las posibilidades. Y sí,
tengo que decir que situaciones similares que he vivido en mi profesión se han
gestionado en otros pueblos de otra manera.
Pero hay más. En un caramelazo de
1.215.000 €, como es el proyecto de urbanización de esta avenida, poner una
partida de 50.000 € para este menester en lugar de los 70.000 € que vale
realmente, no hubiera supuesto impedimento alguno para que las empresas que
pujaron lo hubieran hecho con el mismo porcentaje de baja -o similar- que lo
hicieron. Las partidas que realmente dan el beneficio de la obra son otras y esas
diferencias se diluyen fácilmente. La conclusión es que pasamos de los 50.000 €
que hubiéramos pagado a los 400.000 € que nos va a costar. Además, esos 50.000
€ podrían haberse compensado con una buena promoción de todo esto y que tampoco
se está haciendo.
Esta desorbitada cantidad fue aprobada
en Pleno con los votos favorables del partido que gobierna (supongo que algunos
de ellos con cierta desgana, pero no les quedaría otro remedio por aquella cosa
tan antidemocrática que llaman “disciplina de partido”) y la incomprensible abstención
del partido de la Oposición. Entiendo que una abstención procede cuando la
solución que presenta el que manda no gusta pero no hay otra. En este caso la
había. Decepciona.
Así que, por favor, antes de apuntar en
la dirección equivocada, no diré que lo hagan en la correcta (ante todo, haya
paz), pero, por favor, piensen, recapaciten, reflexionen serenamente, que es
nuestro pueblo, y entre todos debemos procurar lo mejor para él.
3 comentarios:
Bueno, quiesto amigo, pues agradezco que hayas hecho esta denuncia. Has sido valiente y honrado. Si ahora, merced a este escrito, hay movimientos en pro de subsanar tales desmanes, nos sentiremos mucho mejor. Porque empezaré a confiar en que hay vergüenza por ahí y eso alivia.
En fin, será mucho lo ganado si se mueven conciencias, si más de diecisiete cambian y piensan en el común... y actúan en consecuencia.
Un abrazo y un aplauso, "ia sadikii"
Es una pena que no se dé la importancia que supone el hallazgo arqueológico en sí y para la historia de nuestro pueblo.
Gracias Jaime por informar, si no hay interés no hay nada que hacer.
El comentario anterior es mío, Rosa García.
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