miércoles, 24 de octubre de 2012

PROMOCIÓN TURÍSTICA DE LA NECRÓPOLIS ISLÁMICA DE TAUSTE

Como socio de la Asociación Cultural “El Patiaz” y colaborador en el grupo de trabajo de la misma, pienso que su misión respecto a la necrópolis musulmana de Tauste está prácticamente culminada, salvo en todo el apoyo que esta Asociación pueda prestar en el terreno cultural, exclusivamente.

Han pasado más de dos años cuando, tras muchas dudas y reflexiones al respecto, El Patiaz tomó la iniciativa al producirse un hecho que marcó un punto de inflexión en lo referente a este tema: la llegada al Ayuntamiento de una carta de Patrimonio dando instrucciones sobre la necrópolis, sin saber siquiera de qué época se trataba. Ante la situación más que probable de que fuera la propia administración autonómica la que aquí interviniera, con la consiguiente paralización en todos los aspectos que ello suponía y pérdida del control tanto para el desarrollo cultural como para el urbanístico en esta zona, El Patiaz decidió actuar conjuntamente con el Ayuntamiento y promover la primera cata, de la que se obtuvieron espectaculares resultados.

Al año siguiente, con el fin de avanzar en la materia, la Asociación promovió una segunda cata, con resultados similares, y, en este 2012, la tercera actuación, esta vez en un domicilio particular. Cierto es que esta última tenía una motivación diferente, que era la posibilidad de hallar restos de época visigótica, dado que el cementerio (y por lo tanto, Tauste, con el nombre que tuviera entonces, pero que nuestros historiadores todavía no han descubierto) ya existía desde antes de la llegada del Islam al Valle del Ebro. Todo apuntaba a que, de poder encontrar restos de aquella temprana época, tenía que ser por este emplazamiento concreto (no voy a extenderme aquí en las pistas que nos llevaban a ello), pero no fue así. Sin embargo, la actuación no resultó infructuosa de ninguna manera; más bien al contrario. El hallazgo de doce esqueletos en tan poco espacio (ocho adultos y cuatro niños) y, sobre todo, la disposición en distintos niveles, evidencia que el cementerio no sólo era extenso en superficie, sino también en periodo de ocupación. Apareció un resto de cerámica vidriada, datable en los siglos X-XI, lo que confirma lo que ya sabíamos y hace innecesario gastar en nuevas pruebas de Carbono 14.

Desde la primera cata y a la vista de las nuevas obligaciones para los propietarios de los terrenos afectados (la ley es injusta y carga sobre ellos la obligación de realizar exploraciones arqueológicas previamente a cualquier actuación edificatoria), El Patiaz se interesó por defender los intereses de los mismos y realizó gestiones ante el Ayuntamiento para que, vía bonificación en la tasa de licencia o de la forma que administrativamente sea más viable, se les compense de los gastos que ello suponga. La respuesta fue afirmativa por parte de la Corporación anterior, y ratificada verbalmente por la actual.

Como decía al principio, pienso que la Asociación no debe seguir actuando como promotora de más actuaciones arqueológicas, pero tampoco abandonar, sino traspasar la responsabilidad a quien corresponde, sin dejar de prestar su apoyo como asociación cultural. La relevancia de la necrópolis (posiblemente, el cementerio islámico más importante de todos los hallados en Aragón) debe obligar al Ayuntamiento a coger el testigo y gestionarlo de la manera más eficaz.

Pondría varios ejemplos que hablarían de la falta de constancia de nuestra idiosincrasia y de lo fácilmente que nos desinflamos, contra todo ese tópico de la cabezonería aragonesa, pero no merece la pena. Sin embargo, valga la siguiente observación: una profesional de turismo de la Comunidad de Madrid, Carolina Izquierdo, presentó un trabajo sobre la Promoción Turística de Tauste que convenció hasta el punto de ser merecedora de la Beca de Investigación del año pasado y de exponer sus conclusiones en una charla de las jornadas sobre la Historia de Tauste. Al público de Tauste le sorprende agradablemente que alguien de fuera venga a contarle expectativas insospechadas sobre cosas que siempre ha tenido por vulgares y que, en realidad, le está argumentando que no lo son, sino que tienen un atractivo considerable al que se le puede sacar rendimiento. Como otras veces, toda la ilusión acaba a los pocos minutos de terminar la conferencia, con comentarios del tipo “qué bien ha hablado esta chica”, “vaya, pues no hubiera pensado yo…”, etc., para pasar esas ideas al día siguiente al sueño de los justos y sin mayor provecho.

Recuerdo las estrategias de marketing y difusión que Carolina expuso (están escritas en su trabajo), como herramientas para poner en valor nuestro patrimonio y atraer al máximo número de visitantes. Requiere de una infraestructura que, en otros lugares se ha puesto en marcha con mucho éxito, pero aquí -no nos engañemos- no se va a producir ese fenómeno. Es como si estuviéramos condenados a no progresar, porque ni siquiera somos capaces de creer en lo nuestro propio. Cuánta más pasividad, mayor inmovilismo, y cuánto más inmovilismo, mayor pasividad.

A no ser que se produzca algo excepcional. Pero ese “algo excepcional” hay que provocarlo y cultivarlo. Propongo que, por una vez, tratemos de experimentar, que, cuando nos lo proponemos, también somos capaces de los logros más excepcionales. Vean la foto que sigue:



No me digan que no es espectacular. Imagínenlo en un terreno diez veces mayor, decenas de tumbas milenarias, todas orientadas de la misma manera, con los cuerpos de costado y mirando hacia La Meca. Esqueletos de verdad, de todos los tamaños, de personas que eran de aquí y que vivieron hace más de mil años. Un campo de trabajo organizado para ser visitado en paseos guiados, con las explicaciones oportunas por parte del personal encargado. Con una publicidad bien planteada a través de todos los medios de difusión posibles, incluidas las oficinas de turismo del entorno (sobre todo las de Zaragoza), podría resultar un destino atractivo para gentes de todas las edades y aprovechar para dar a conocer nuestro patrimonio, además de lo que ya se viene haciendo en las temporadas en que permanece abierta la Oficina de Turismo. Darlo a conocer en las universidades, para que los estudiantes de arqueología tengan la oportunidad de venir a trabajar en este yacimiento. Aprovechar la ocasión para tratar de poner a Tauste en el mapa, por una vez en la vida, y, si se consigue, a ver si se logra que ya no se borre.

No están los tiempos para dejar pasar ideas ni oportunidades. El turismo es un complemento sostenible cada vez más importante en la economía allí donde se promociona. Es muy importante el qué, pero también el cómo. Cómo atraer al máximo número de visitantes posible, cómo gestionar la fuente de ingresos que de ello se pueda obtener, cómo ofrecer los servicios necesarios para que ello sea posible… Todo eso está inventado en otros sitios, aunque aquí siempre hayamos vivido sin fijarnos en ello.

¿Por qué no plantearse este reto para el próximo verano?. Sorprendamos al mundo enseñando lo que no pueden ver en ningún otro sitio. Ojalá los primeros sorprendidos gratamente seamos nosotros, al contemplar los resultados.

1 comentario:

marisa garcia dijo...

Seria muy bueno para Tauste una proyecion turistica de la necropolis islamica .Lo mismo en La Alhambra que en Medina Azahara he visto arabes buscando sus raices ,asi quue esta necropolis podria dar mucho de si. Gracias por el interes que poneis en todo lo que concierne a nuesto pueblo