El otro día le comentaba a Manolo Leciñena que jamás se me hubiera ocurrido hurgar en la historia de los Banu Qasi de no haber aparecido en el cementerio islámico de Tauste gentes que vivieron en aquella época, bajo el dominio de aquel linaje oriundo de Tudela, a cuyo distrito parece ser que perteneció Tauste en aquellos primeros tiempos del dominio islámico.
Pues bien, vamos a seguir contando algunas cosas de aquellos descendientes del conde Casio. Decíamos que Musa ibn Musa (también conocido como Muza II) había nacido hacia el año 800 del matrimonio entre Musa ibn Fortún y Onneca, la cual, a su vez, era madre de Iñigo Arista, primer monarca del reino cristiano de Pamplona. Por si este lazo no fuera suficiente entre las dos familias (la musulmana de Tudela y la cristiana de Pamplona), nuestro Musa se casó con su sobrina Assona, hija de su hermano de mitad Iñigo Arista, para que veáis que esto de la consanguinidad en las familias reales viene de lejos.
Me parece interesante resaltar lo que cuenta José Luis Corral, en “Historia de Aragón”, editado por Heraldo de Aragón en 1991, acerca de Musa ibn Musa:
“Pronto adquirió una gran relevancia y fue nombrado gobernador de Tudela, una de las ciudades más importantes de la Marca Superior. Su carácter indomable y rebelde provocó en algunas ocasiones la ruptura con el poder de los emires cordobeses, lo que no impidió que fuera confirmado en su cargo varias veces.
Fue un gran caudillo militar y alcanzó un poder y una fama enormes. Llegó a convertirse en una verdadera leyenda para los musulmanes españoles, hasta tal punto que fue llamado “el tercer rey de España”.
Muerto en una campaña en Guadalajara en el año 862, su fama creció aún más fomentada por el prestigio de sus hijos, que extendieron el poder de los Banu Qasi hasta dominar buena parte de la Marca Superior y crearon en sus dominios un verdadero estado autónomo.”
Fue un gran caudillo militar y alcanzó un poder y una fama enormes. Llegó a convertirse en una verdadera leyenda para los musulmanes españoles, hasta tal punto que fue llamado “el tercer rey de España”.
Muerto en una campaña en Guadalajara en el año 862, su fama creció aún más fomentada por el prestigio de sus hijos, que extendieron el poder de los Banu Qasi hasta dominar buena parte de la Marca Superior y crearon en sus dominios un verdadero estado autónomo.”
Bueno, pues estas gentes eran las que paseaban por estas tierras en aquellos años, hace "sólo" doce siglos. Pero, es curioso: Tudela existía, Borja existía, Ejea existía... y Tauste no existía. O, al menos, esa es la conclusión que siempre han sacado los historiadores del hecho de que de esas poblaciones hay noticias escritas en aquella época y, sin embargo de Tauste, no. ¿Y por qué aquí ya había un cementerio en el año 700?.
Por el mismo razonamiento, dentro de varios siglos pensarán que la torre de Tauste no existía en 2001 porque en unas rutas del arte mudéjar publicadas por Heraldo de Aragón en aquel año omitían nuestra torre. Tampoco existía en 2008, porque no había ninguna mención a ella en el pabellón de la DPZ, donde había fotografías de torres de muchos pueblos de la provincia, pero la de Tauste no estaba. "No es posible que existiera semejante torre en 2008 y pasara desapercibida ", dirán en el siglo XXV, cuando vean documentos y vídeos de la Expo 2008. Por supuesto, también tendrán que pensar que el Canal de Tauste, en 2008, no existía todavía.
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